El edadismo se define como la estereotipificación y discriminación contra personas o colectivos por motivos de edad. Se considera la tercera forma de discriminación en España por detrás del racismo y el sexismo.
Las personas mayores son las que más sufren este tipo de discriminación por la edad, una cuestión que pasa desapercibida para la sociedad en general.

Para aclarar el término vamos a repasar algunas formas de edadismo mediante ejemplos:
Se considera que las personas mayores, por el simple hecho de serlo, ya no disponen de la capacidad necesaria para tomar sus propias decisiones. Esto se traduce en no hacerles participes de determinadas resoluciones que afectan sustancialmente a sus vidas, como puede ser la permanencia en el domicilio habitual, ingresar en un centro residencial, contratar un servicio de ayuda a domicilio o simplemente organizar sus rutinas diarias.
La condescendencia también es una forma de discriminación, la encontramos al dirigirnos a una persona mayor hablando en voz alta y aguda como si no nos escuchase o en la forma de explicar determinadas cuestiones presuponiendo que tienen la capacidad de entendimiento de un niño.
La estigmatización de la sexualidad aparece como una forma de edadismo en nuestra sociedad. Es una creencia extendida que las personas mayores carecen de vida sexual, y esto se refleja tanto en el ámbito familiar ( hijos que ven con malos ojos que sus padres inicien nuevas relaciones) como en el ámbito residencial (en algunos centros residenciales no se tiene en cuenta este aspecto de la vida del residente privándoles de la suficiente intimidad).
Un ejemplo de este estigma nos lo ofrece un documental que emitió Documentos TV en el año 2006 titulado “Salir del armario a los sesenta”. Narra el doble estigma que sufren algunas personas por ser mayores y pertenecer al colectivo LGTB.
VER Documentos TV. Salir del armario a los 60
Evitemos el edadismo. Algún día nosotros también seremos mayores.