Hoy dedicaremos esta entrada al Centro Médico Pontevedra, espacio donde se encuentra insertado Alicerce Social, y más concretamente a su unidad de atención integral infantil y juvenil.
Hemos hablado de las crisis vitales que producen cambios, y de la importancia de afrontar esos cambios de una manera correcta. Como ejemplo, podemos imaginar el nacimiento de un bebé en una familia. Nos encontramos ante una situación de cambio, en la que la adaptación de todos los miembros de la unidad familiar es necesaria para un correcto funcionamiento. Pero la inesperada aparición de patologías o dificultades en el desarrollo de este bebé puede dar lugar a una serie de alteraciones que podrían complicar la relación madre/padre-niño y como consecuencia, el desarrollo de toda la unidad familiar. La detección y atención de las patologías de este niño y sus dificultades para alcanzar un curso normal del desarrollo, son elementos claves para optimizar su progreso y ahí, es donde se hace necesaria la ayuda profesional.
La mayoría de veces, dejarse asesorar por buenos profesionales hace que, el camino a recorrer para llegar a la resolución de una situación de crisis como la mencionada, sea más llevadero.
El “Centro Médico Pontevedra” es un centro médico multidisciplinar con años de experiencia en la ciudad de Pontevedra, que ofrece un amplio abanico de servicios con carácter privado. En él podemos encontrar la unidad de atención infantil y juvenil, un servicio interdisciplinar que interviene sobre las dificultades y patologías presentes en el desarrollo infantil desde los 0 a los 14 años.
Se trabaja desde una perspectiva integral, ofreciendo un tratamiento completo adaptado a las necesidades funcionales del niño, así como a las de sus familiares. El equipo de profesionales está compuesto por un pediatra, una psicóloga clínica, una trabajadora social, una logopeda, una terapeuta ocupacional y una pedagoga.
En la actualidad, es una de las unidades de atención infanto-juvenil privada más completa que se ofrece en la ciudad, por disponer de todas las figuras profesionales recomendables para este tipo de recurso.
Entre las intervenciones que ofrece podemos destacar;
- Dificultades de aprendizaje.
- Patologías del desarrollo.
- Dificultades psicomotrices.
- Problemas de lenguaje.
- Alteraciones de conducta.
- Alteraciones sensoriales.
- Información, orientación y asesoramiento a familias.
- Atención temprana.
- Talleres formativos.
- Desarrollo del bebé.
En próximas entradas hablaremos de la función de un trabajador social en la unidad de atención infanto-juvenil y de los recursos disponibles para este colectivo.
¿ Estás en una situación parecida? Seguro que podemos ayudarte.