En los últimos tiempos el aumento de la esperanza de vida es una realidad, las personas viven más años y en mejores condiciones que hace unas décadas. Los adelantos médicos, la conciencia de una vida saludable y los cambios en la construcción cultural de los ciclos vitales (desvinculación de los roles y la edad) son algunos de los elementos que favorecen lo que se hace llamar el “envejecimiento del envejecimiento”.
Por otro lado, asistimos a grandes cambios en las estructuras familiares: reducción en las dimensiones y diferentes tipos de estructuras familiares, dispersión geográfica de los miembros de la familia extensa, total incorporación de la mujer al mundo laboral, incremento del número de personas mayores que viven solas, mayor complejidad y duración de los cuidados en personas mayores dependientes, etc…
Con la entrada en vigor de la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de promoción de la autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia, las distintas Comunidades Autónomas comienzan a elaborar normativas y a ofrecer una extensa cartas de servicios para las personas que tras una valoración inicial reciben un grado dependencia.
La llamada ley de dependencia también trae consigo la modificación del perfil tradicional de los usuarios de los centros residenciales. Los recursos que permiten el mantenimiento de la persona en el entorno habitual (aquellos que se denominan de prevención y promoción de la autonomía personal: telealarma, teleasistencia, servicio de ayuda a domicilio, catering a domicilio, ayudas técnicas, centros de día, etc.) hacen que los mayores y sus familias retrasen el traslado a este tipo de centros, al momento justo en que realmente no pueden continuar permaneciendo en su domicilio. Con lo cual, aumenta la edad y aumenta el grado de dependencia de los usuarios de estos recursos.
En este contexto, los centros de atención a personas mayores en situación de dependencia se convierten en uno de los principales yacimientos de empleo para los/as trabajadores/as sociales, cuya figura se encuentra totalmente integrada en su organización y funcionamiento.
Desde Alicerce social y a través del Colegio oficial de trabajo social de Las Palmas ofrecemos el curso “Intervención social en centros de atención a mayores”, una formación online con la que pretendemos acercar a los y las profesionales del trabajo social a este sector.
Los objetivos de esta formación son los siguientes:
– Dotar a los y las profesionales del trabajo social de los conocimientos necesarios para el correcto desempeño de sus funciones en centros de atención a personas mayores.
– Identificar los factores sociales que influyen en las personas usuarias de centros especializados de atención a mayores para lograr una acertada intervención.
– Dar a conocer a los y las profesionales del trabajo social los métodos, técnicas y herramientas de intervención social necesarias para desempeñar su labor en el ámbito de las personas mayores.
Puedes obtener más información a través del siguiente enlace:
Muchas gracias por tan amplia información , me será de gran ayuda ,estaremos en contacto en lo sucesivo